¡Y llegó la cocina del mar! La Sazón del Claustro 2015

Este 23 de octubre tuvo lugar el 13° Concurso Gastronómico Interno, «La Sazón del Claustro 2015: de la costa al plato, ingredientes endémicos de las costas de México” en las instalaciones de nuestra casa de estudios.

El objetivo de este evento es difundir, promover y preservar la cocina mexicana a través de la elaboración de un platillo.
Nuevamente, los alumnos del Colegio de Gastronomía mostraron sus habilidades y amplio conocimiento culinario. En esta ocasión el reto fue emplear ingredientes nativos de las costas mexicanas en platillos de alta cocina.
El evento contó con la participación de 16 equipos (32 alumnos) en las diferentes categorías: Amateur (plato fuerte y dos guarniciones), Platina (entrada, plato fuerte y dos guarniciones) y Dorada (postre). Además, este año los concursantes de Amateur realizaron otra prueba que consistió en preparar la misma receta: pescado zarandeado. Se evaluó presentación, técnica y creatividad para nombrar al ganador del «premio especial».
En todo caso, cada platillo debió cubrir requisitos que van de la mano del modelo curricular de la licenciatura en Gastronomía. Previo al concurso, el alumno presentó una receta que debía estar costeada y justificada: el nombre de su plato, por qué utilizó los ingredientes y qué historia hay detrás de la preparación. Una vez que el comité aprobó estos dos rubros, el alumno quedó inscrito para que el día del concurso, ejecutara el plato. Se evaluaron métodos y técnicas culinarias aplicadas correctamente, las prácticas de higiene y sanidad en la preparación de los alimentos, así como la exposición ante el jurado.
Los asistentes al concurso, además de ser espectadores, participaron en diversas actividades como la exposición permanente de ingredientes de las costas de México, de la profesora Katina Vackimes; las conferencias «La importancia de consumir local» ofrecida por Huerto Roma Verde; «Alimentos y diversidad biológica», de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO); el taller «Los maíces de colores de Tlaxcala y su importancia en la cocina tradicional», de Slow Food; entre otras.
La premiación se llevó a cabo a las 17:30 horas y fue precedida por la Rectora Carmen Beatríz López-Portillo, la Vicerrectora Académica Guillermina Torres Savín, el Directora General del Colegio de Gastronomía, Miguel Ángel Meza Vudoyra y el Coordinador General de La Sazón del Claustro, Mario Ojeda Maldonado.

CATEGORÍA AMATEUR

1º lugar y premio especial: Mi tierra de Eduardo Ramos Mundo y Pedro Jordi Hernández Estrada.
2º lugar: Medallones de róbalo con salsa de chicatana, salsa de chilpaya y sus guarniciones, de Eduardo Jiménez Díaz e Iracema Vázquez Rodríguez..
3º lugar: Huachinango en hoja de plátano al vino de Ilse Maldonado Eligio y Diana Lizbeth Pérez Hernández.

CATEGORÍA PLATINA

1º lugar: Chilmole de pilte de róbalo con texturas de plátano con verduras asadas y laminas de aguacate, de Javier Jurado Limón y Miguel Ángel Gómez Pineda.
2º lugar: Discada de mantarraya de Diana Tepozteco Aguilar y Sandra Aileen Hernández Sánchez.
3º lugar: Kay chak de Abraham Isaac Sánchez Pérez y Jocelyn Samantha Alarcón Ponce.

CATEGORÍA DORADA

1º lugar: Sabores de la península de Francisco Javier González Ramírez y María Olivares Hernández.
2º lugar: Resurgir de Karla Aguilar Ruedas y Diana Cassandra Beltrán Pérez.
3º lugar: Esponja de vainilla y frutos de la costa de Giselle Araceli Chavira Omaña y Edgar Contreras Labastida.

En total, los nueve ganadores recibieron más de 25 mil pesos en premios.
Además de las categorias mencionadas, también hubo dos equipos ganadores a las mejores justificaciones: Pasmopolitus de Diana Isabel Ayala Pedraza y Edgar Rodriguez Vielma, así como Resurgir de Karla Aguilar Ruedas y Diana Cassandra Beltrán Pérez. En la ligas de cada platillo puedes consultar sus textos.
La Sazón del Claustro, es un evento organizado por y para alumnos. Cuentan con el apoyo y supervisión de profesores y personal administrativo que labora en esta institución.
Como parte del jurado, me doy cuenta que este tipo de actividades te hacen sentir muy nervioso, pero hay que considerar que los errores no son defectos, sino áreas para mejorar y la retroalimentación puede ser buena.
Señaló el maestro Miguel Ángel Meza Vudoyra.

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