Por Ana Acevedo
Mientras las voces que abogan por los derechos humanos toman fuerza y relevancia, no solo en la agenda pública sino también en la política, encontramos cada vez más discursos que nos sensibilizan ante nuevas caras de los antiguos problemas que han perseguido a las civilizaciones desde sus inicios. El hambre ha acaecido a los grupos humanos desde que lo son; no obstante, la forma en la que la entendemos y atacamos ha evolucionado. El hambre puede ser un castigo de los dioses por haberlos disgustado, un sacrificio para purificar el alma, o un atentado en contra de los derechos humanos; todo depende bajo qué cosmovisión y ángulos histórico se mire.
Hoy, la inanición, es un reflejo de la forma tan injusta en la que administramos y utilizamos los recursos naturales. De acuerdo con la ONU, aunque produzcamos suficientes alimentos para satisfacer las necesidades nutrimentales del 100 % de los habitantes del planeta, debido a la manera inequitativa en la que distribuimos las riquezas, una de cada nueve personas en el mundo sufre hambre (Atanasovski, 2018). En América Latina y el Caribe, el número de personas subalimentadas aumentó por tercer año consecutivo alcanzando la cifra de 39.3 millones de afectados (FAO, OPS, WFP y UNICEF, 2018) -esto, sin contar los efectos que conllevará la pandemia por SARS-CoV-2, los cuales, según el CONEVAL, se estiman conservadoramente en la caída del 5 % de los ingresos per cápita-.
Desde mediados del siglo pasado, la tendencia mundial ha sido un incremento sostenido a los precios de los alimentos para el consumidor (Schwentesius, Ayala y Gómez, 2014:43), mientras que, en México, entre 1960 y 2000, los precios de compra al productor decayeron 40 %; lo que hizo que disminuyera en un 20 % la disponibilidad de alimentos per cápita (Warman, s.f.). Ambos factores resultaron en que, tanto en el campo como en las ciudades, es cada vez más difícil acceder a alimentos suficientes y nutritivos. En un intento de oponer un frente a las fuerzas políticas y empresariales que han perpetuado este ciclo del hambre, instituciones de envergadura global como la ONU y la FAO, han pugnado por hacer que los gobiernos reconozcan a la alimentación como un derecho humano.
A pesar de que todos los países miembro de tales organizaciones de facto han manifestado en sus constituciones que la alimentación suficiente y adecuada es un derecho básico para el desarrollo físico y psíquico de los individuos y colectivos; queda un largo camino por recorrer para asegurar que tal decreto se ejecute satisfactoriamente de forma universal. Para poder lograrlo, es importante notar los matices con los que se define el derecho a la alimentación; “tener acceso [a la alimentación] en términos cualitativos como cuantitativos, que corresponda a las tradiciones culturales de la población a la que el consumidor pertenece”, enuncia el manifiesto de las Naciones Unidas (OHCHR, sin fecha).
Recordemos el caso de Miriam Celaya, mujer hondureña que participaba de una caravana migrante, apodada por noticieros y usuarios de redes sociales como “Lady Frijoles”. «Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos. Y ni modo, hay que comernos esa comida porque si no nos morimos de hambre», comentó en una entrevista para un noticiero alemán. Muchos mexicanos montaron el cólera ante tal “desprecio” a la hospitalidad de los tijuanenses. No obstante, hace falta recordar que lo que hace que un alimento sea tal es un constructo cultural.
Sabemos que, para ciertos grupos indígenas mexicanos, es una práctica común ingerir insectos; no obstante, un europeo no los concibe como un alimento. Un francés puede comer carne de caballo y no lo considerará una extravagancia, sin embargo, en México sería inusual que alguien piense a un caballo como fuente de alimento. Un alimento no es solo aquello que puede nutrir al cuerpo; un alimento es aquello que la mente un colectivo considera que puede nutrir al cuerpo.
Al país donde fueres, haz lo que vieres; aun así, de estar en la situación de Miriam Celaya, a ninguno nos gustaría vernos forzado a abandonar nuestro país de origen y tener que comer perro, rata o cucarachas con tal de tener algo en la panza. La línea es delgada y puede ser controversial; pero es importante estar abiertos a escuchar y reflexionar sobre estas nuevas caras que ofrecen las voces de los derechos humanos. Comer ha sido, y seguirá siendo, un acto mucho más trascendente y simbólico que un mero acto de nutrición.
Referencias:
Atanasovski, R. (octubre 16, 2018). El desperdicio de comida, una oportunidad para acabar con el hambre. Noticias ONU. Recuperado de:
https://news.un.org/es/story/2018/10/1443382 (consultado mayo 21, 2020)
Bartra Vergés, A., Cárdenas Elizalde, M. R., Cejudo Ramirez, M. C., Maldonado Trujillo, C. V., Nahmad Sittón, S. y Scott Andretta, J. R. (2020). La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID 19) en México. CONEVAL. Recuperado de:
https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Documents/Efectos_COVID-19.pdf
FAO, OPS, WFP y UNICEF (2018). Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en américa latina y el caribe. Desigualdad y sistemas alimentarios. FAO, OPS, WFP y UNICEF. Recuperado de:
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/49616/9789251310595_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y (consultado mayo 21, 2020)
OHCHR (sin fecha). Relator especial sobre el derecho a la alimentación. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Recuperado de:
https://www.ohchr.org/SP/Issues/Food/Pages/FoodIndex.aspx (consultado mayo 21, 2020)
Rojas, A. G. (21 de noviembre de 2018). Caravana de migrantes en Tijuana: «Pido perdón a México», la historia de la mujer que rechazó un plato de frijoles y desató la ira de algunos mexicanos contra hondureños. BBC. Recuperado de;
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46285484
Schwentesius Rindermann, R., Ayala Garay, A., y Gómez Cruz, M. (2014). La producción agroalimentaria en México. En Schwentesius Rindermann, R., Ayala Garay, A. (coord.) Seguridad y soberanía alimentaria en México. Análisis y propuestas de política. Pp. 43-52. México: Publicaciones Académicas, INIFAP y Plaza y Valdes Editores. Recuperado de:
file:///C:/Users/52442/Downloads/Seguridad_y_soberana_alimentaria_en_Mxico_electronico_LOW.pdf
Warman, A. (sin fecha). La reforma agraria mexicana: una visión de largo plazo. FAO. Recuperado de:
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