Día Nacional del Maíz

El Claustro se unió al Día Nacional del Maíz con diferentes charlas en video, abordando diversos aspectos. El objetivo es que cada uno de ustedes lectores, reflexione y haga una crítica que les permita estar informados acerca de una temática tan compleja pero que comemos todos los días.

•¿Por qué los jóvenes mexicanos tienen el deber moral y cultural de defender el maíz?
•La molienda del maíz en un metate (incluye descripción en náhuatl).
•Variedades nativas y endémicas de maíces en Tlaxcala.
•Importancia y usos del maíz en maíz en la actualidad.
•El maíz como eje de nuestra cultura gastronómica.
•El maíz en la cosmogonía maya.
•Propiedades nutricionales del maíz.
•¿Cómo surgió el Día del Maíz?
•El maíz y los huicholes.
•El maíz, la seguridad alimentaria y la dieta correcta.

¿Por qué celebrar este día?

El maíz ha sido por milenios el principal sustento de los mexicanos. La manera de ver el mundo de los pueblos originarios propició que en torno del maíz se llevaran a cabo diversas celebraciones religiosas. Los dioses vinculados con la lluvia, el sol, el viento, el fuego y los mantenimientos, tenían fiestas especiales en las distintas culturas: Raramuri, huasteca, cora, huichola, nahua, purépecha, maya, tzotzil, zapoteca, mixteca, y otras más que han poblado México.
El ciclo agrícola gira alrededor del maíz y del lugar donde se cultiva, que es la milpa. Desde hace centurias, año con año se renueva la unión entre el maíz, los hombres y mujeres de esta tierra. Si el maíz es nuestro alimento y por él existimos, nosotros a cambio desgranamos la mazorca y sembramos las semillas para que pueda crecer. A lo largo de nueve meses limpiamos la tierra y sembramos en los surcos chile, calabaza y frijol, entre otras muchas plantas comestibles, medicinales, de ornato y útiles como cercas, para formar terrazas o para elaborar diversas artesanías.
La elección del lugar para la milpa, que es un espacio sagrado, tiene celebraciones específicas pues cada una de sus esquinas corresponde a los cuatro rumbos. La siembra, realizada en mayo, es otro momento especial y previo a esta, se pide al viento que permita que lleguen las nubes cargadas de agua desde los cerros que albergan los manantiales. A medio ciclo, hacia finales de junio, se renueva la petición a la lluvia. El proceso concluye con la aparición de los primeros elotes y finalmente la cosecha.
A los antiguos dioses se superpusieron los santos católicos. Aunque varía de población en población, las figuras religiosas que están asociadas con el ciclo agrícola son la santa Cruz, san Isidro Labrador, san Juan Bautista, la Virgen María y san Miguel Arcángel. Para agradecer la cosecha, se realizan ofrendas a los Fieles Difuntos (lo que conocemos como el Día de Muertos) porque que de algún modo hicieron posible que hubiera maíz.
En muchos lugares, los primeros elotes suelen cortarse a fines de septiembre y por ello se elije el día de san Miguel, que se celebra el 29 del mismo mes, para hacer diversas ceremonias. En el centro de México suele recolectarse para ese momento la flor del pericón, una variedad del cempasúchil, también ceremonial. Con ramos de esta flor amarilla, luminosa, se forma una cruz que protege las cuatro esquinas de la milpa, las casas, los lugares de trabajo y los vehículos en que se transporta la gente del campo. En la región Centro y Montaña de Guerrero, se dice con las cruces de pericón se ahuyenta al Mayantle, que es la hambruna.
San Miguel lucha contra el mal ese día; hombres y mujeres colaboran con él. Con su espada, identificada con el rayo y por tanto con la lluvia, protege a la milpa para que la cosecha llegue a buen término y tengamos alimento suficiente. Para que podamos disfrutar de las sabrosas tortillas, de los tacos, de las quesadillas, de las chalupas, enchiladas, chacales, bocoles, polkanes, tlaxcales, tamales de diversos tamaños, envolturas, rellenos y sabores, así como pinole, tesgüino, chicha, atoles y tantas preparaciones más.
Nuestro maíz necesita hoy como nunca del trabajo de todos nosotros y de nuestra protección. Está en riesgo la autonomía de los campesinos que tienen que seguir siendo dueños de sus semillas para sustentarse. Están en riesgo las variedades de maíz que hacen posible las palomitas, el pozole, los atoles ceremoniales, las tortillas blancas, rosadas, azules, los ponteduros y otras delicadezas.
No podemos permitir que el maíz, patrimonio de México y de la humanidad, herencia que nos dejaron los hombres y mujeres de Mesoamérica, se convierta en mercancía y quede en manos de empresas y funcionarios voraces que sólo creen en las ganancias económicas y atentan contra los alimentos básicos, domesticados gracias al trabajo de cientos de generaciones de hombres y mujeres del campo en todos los rumbos de la Tierra.

Salvaguardar el maíz es una tarea que concierne a todos, no únicamente a los campesinos. Para generar conciencia, se eligió el 29 de septiembre como Día del Maíz. Los mexicanos deben convertirse en guardianes de los granos blancos, amarillos, negros y rojos que han formado parte indispensable de la dieta de nuestro país a lo largo de siglos. Esta celebración tendría que traspasar nuestras fronteras para abarcar a todos los Pueblos de Maíz: Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia… Todos los que compartimos la cultura del maíz tenemos que honrar a quienes hicieron posible nuestro alimento primordial y ser dignos herederos de nuestros abuelos.
Además de las categorias mencionadas, también hubo dos equipos ganadores a las mejores justificaciones: Pasmopolitus de Diana Isabel Ayala Pedraza y Edgar Rodriguez Vielma, así como Resurgir de Karla Aguilar Ruedas y Diana Cassandra Beltrán Pérez. En la ligas de cada platillo puedes consultar sus textos.
La Sazón del Claustro, es un evento organizado por y para alumnos. Cuentan con el apoyo y supervisión de profesores y personal administrativo que labora en esta institución.
Como parte del jurado, me doy cuenta que este tipo de actividades te hacen sentir muy nervioso, pero hay que considerar que los errores no son defectos, sino áreas para mejorar y la retroalimentación puede ser buena.
Señaló el maestro Miguel Ángel Meza Vudoyra.

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