Estudiantes que eligieron la cocina como arma social

El pasado 22 de noviembre, la organización La Tablée des Chefs México eligió la receta que servirá como guía para producir 40 mil porciones de comida en beneficio de población vulnerable en «La semana de las escuelas de Gastronomía 2017». Con la participación de cuatro brigadas finalistas provenientes de distintas instituciones académicas (la Universidad del Claustro de Sor Juana, la Escuela de Administración de Instituciones, ESDAI; la Universidad del Valle de México, campus Lomas Verdes, y de la Universidad Anáhuac del Sur), se llevó a cabo el concurso «Yo cocino por un cambio».

Los ganadores fueron David Pimentel Salgado y Edgar Cabrera Cabrera, estudiantes de la licenciatura en Gastronomía de El Claustro, quienes elaboraron «plato campesino», un platillo fuerte que no sólo incorporó ingredientes y técnicas de la cocina mexicana, también constituyó un ejemplo de comida saludable y de bajo costo gracias a su contenido rico carbohidratos complejos (pasta), fuentes de proteína como huevo, frijol y amaranto, así como vegetales entre los que destacan chayoye, brócoli, zanahoria y jitomate.

La Tablée des Chefs es una asociación civil de origen canadiense que desde su nacimiento en 2002 lucha contra la inseguridad alimentaria y el despilfarro de alimentos.

Se basa en el concepto de gastronomía social, una definición que adopta a la cocina como arma para generar cambios en la sociedad.

La organización llegó a México en 2013 y para cumplir con sus objetivos explica Florence Roy-Allard, directora de Tablée des Chefs México, se enfocan en líneas de acción basadas en la educación: a través de talleres, jóvenes de bajos recursos aprenden a alimentarse sanamente con un presupuesto limitado, sin la necesidad de depender de bancos de alimentos.

Bajo la filosofía «Alimento para todos», La Tableé también realiza el rescate sustentable de alimentos para vincular a productores de exceso de comida como restaurantes y hoteles, con instituciones que distribuyen los excedentes a población en situación de vulnerabilidad económica o social.

Así mismo, imparten talleres culinarios a empresas y charlas con universitarios para sensibilizar sobre el tema del desperdicio, comenta la directora.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 28 millones de mexicanos no cuentan con los recursos económicos para satisfacer sus necesidades nutricionales básicas a pesar que en el país se desperdician 31 mil toneladas de comida todos los días, según datos de Bancos de Alimentos de México (BAMX).

Para esta primera edición, los concursantes de «Yo cocino por un cambio» tuvieron que cumplir con requisitos estrictos: elaborar un platillo ovo vegetariano bajo en grasas, con un costo no mayor a $6 pesos (MXN) por porción, de fácil elaboración a gran escala, que incorporaran pasta del patrocinador La Moderna y no tuviera embutidos, conservadores o cualquier otro tipo de elemento cárnico. Todo, con la mínima merma de ingredientes.

Aunque la asociación tiene poco tiempo en México, la directora de La Tableé ve con optimismo la respuesta que han tenido por parte de la sociedad. Gastrónomos, cocineros y voluntarios que se han sumado a esta y otro tipo de iniciativas similares, podrían ser piezas claves para construir un mejor futuro.

 

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