Viscosa pero sabrosa; deliciosa gelatina de tuna

Por Ana Acevedo

¡Por fin es temporada de tunas! Aunque, según datos de la Central de Abastos de Ciudad de México, puedes encontrar esta fruta desde abril hasta noviembre; en julio, agosto y septiembre, se cosecha el 85 % de la producción nacional. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), reconocen que, gracias a su alto contenido en fibra y a la presencia de la sustancia denominada cactina, la tuna tiene beneficios que ayudan a controlar enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

De acuerdo con la revista ASERCA, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, esta tradicional fruta se consume desde hace 7000 años en el territorio que hoy ocupan los estados de Puebla y Tamaulipas. Además, en la Gran Tenochtitlan, se han encontrado menciones pictográficas que aluden al cultivo y consumo de tuna. El cronista Francisco Hernández, en su investigación para la corte de Felipe II, reportó que la tuna también se consumía con propósitos medicinales; pues ayudaba a disminuir la fiebre y a corregir problemas intestinales.

En México, las tunas se cultivaban como parte de los frutos de traspatio o de huertos familiares. No fue hasta 1950 que se industrializó el proceso de siembra y cosecha, que se introdujeron los monocultivos de tuna. Actualmente, la mayor producción de tuna viene de Ciudad de México, Zacatecas, Hidalgo, Puebla, Morelos y Coahuila.

A continuación, te presentamos una sencilla receta de refrescante gelatina de tuna para disfrutar de esta estacional fruta mexicana.

 

Ingredientes

Cantidad

Unidad de medida

Porción

Grenetina

0.030

kg

3 cucharadas

Agua fría

0.125

l

½ taza

Tunas verdes

1.000

kg

5 pizas

Agua

0.500

l

2 tazas

Leche condensada

0.370

kg

1 lata

Procedimiento

1.      Hidratar la grenetina en ½ taza de agua fría. Reservar.

2.      Licuar las tunas con las 2 tazas de agua. Colar.

3.      Calentar el licuado de tunas en la estufa hasta hervir.

4.      Añadir la leche condensada. Retirar del fuego.

5.      Agregar la grenetina hidratada y mover hasta disolver por completo.

6.      Vaciar en un molde y refrigerar hasta que la gelatina cuaje.

Para que la gelatina no tenga grumos, es importante que la grenetina se disuelva correctamente en el líquido caliente. Para ello, el primer paso de la receta es esencial. Sabrás que la grenetina está completamente hidratada cuando el polvo haya absorbido la mayor parte del agua; duplicando su masa. Si la grenetina está hidratada, es más fácil que se derrita con el calor del líquido de base; logrando que se diluya por completo eliminando así los grumos.

Recuerda que siempre podemos reducir los desperdicios. Las semillas que se retiraron de la preparación son perfectamente compostables; aunque también puedes utilizarlas con fines medicinales. Las semillas, acompañadas con un vaso de agua, ayudan a combatir el estreñimiento y la acidez estomacal.

 

La receta fue recuperada de:

Compañía Nestlé S.A. de C.V. (1991). Dulces Maravillas, Ciudad de México, México, Editorial de Impresos y Revistas S.A. de C.V.

Para más información sobre la tuna, visita:

Central de Abastos. (Agosto 01, 2016). Es temporada de tuna. Fideicomiso Para La Construcción Y Operación De La Central De Abasto De La Ciudad De México. Recuperado de: http://ficeda.com.mx/ficeda/app/webroot/_archivos/057%20TEMPORADA%20DE%20TUNA.pdf

Barreiro Perera, M. (sin fecha). De nuestra cosecha. ASERCA. Recuperado de: https://info.aserca.gob.mx/claridades/revistas/071/ca071.pdf

© 2019 Universidad del Claustro de Sor Juana