Galletas de aceite de oliva, chocolate y sal

Por Ana Acevedo

¿Realmente nos gusta la comida que comemos? Buscamos vinos que no estén “rasposos”, tomamos el café con dos de azúcar y le ponemos leche al té; pero el vino, por su alto contenido de taninos es astringente, el café por su proceso de tostado tiene sabores torrefactos que lo vuelven amargo; y la fermentación de las hojas de té le dan una gama de sutiles sabores que, si no se les prestas la debida atención, dan la sensación de que “no sabe a nada”. Pareciera que estamos en una constante lucha por “disfrazar” lo que comemos para que le apetezca al paladar; por ello vuelvo a preguntar: ¿realmente nos gusta la comida que comemos?

La dra. en antropología de la alimentación, Miriam Bertrán, apoya la teoría del “aplanamiento del gusto”; fenómeno que, según explica, es el resultado de las dietas modernas altas en productos industrializados. Imagina el reto de empresas transnacionales como Sigma Alimentos, ¿cómo desarrollas un producto que sea agradable a los gustos de todo el mundo? La respuesta es sencilla; mucha sal y mucha azúcar. Es bien sabido que empresas como Coca Cola adaptan sus productos según el paladar de cada región; sin embargo, por ligera o importante que sea tal modificación, nunca eluden la mágica ecuación: mucha sal y mucha azúcar.

La invitación no va de hacer un escándalo por la “trampa del capitalismo” que, no solo nos ha traído importantes secuelas a nuestra salud, sino que ahora nos “dificulta” el disfrutar del sabor real de las cosas. Más allá de culpas y dedos acusadores, buscamos ser críticos con nuestra realidad para cuestionarnos si queremos o no modificarla, y si la respuesta es “sí”, elucubrar el cómo. A continuación te presentamos una receta que quita de su contexto tradicional a algunos ingredientes que nos son familiares con la intención de experimentarlos desde una nueva perspectiva. ¿Haz realmente probado una cucharada de aceite de oliva?, ¿a qué sabe?, ¿qué te parece hacer galletas de aceite de oliva?

En general, de acuerdo al paladar mexicano, cocinar con aceite de oliva se reserva para ensaladas en donde las notas herbales de este se camuflan con los sabores naturales de los vegetales frescos. Esta receta, te retará a probar la franca presencia del aceite de oliva en un contexto diferente. Con el afán de experimentar, de retar a los límites preestablecidos y de degustar los ingredientes presentes en nuestras cocinas para sacarles el mayor provecho; te compartimos esta receta de galletas de aceite de oliva, chocolate y sal de grano

Ingredientes

Cantidad

Unidad de medida

Porción

Aceite oliva

0.155

kg

Azúcar

0.160

kg

Azúcar moscabado

0.100

kg

Trimoline

0.020

kg

Huevo

0.100

kg

2 piezas

Harina

0.367

kg

Polvo para hornear

0.010

kg

2 cucharaditas

Bicarbonato

0.002

kg

½ cucharadita

Sal

0.005

kg

1 cucharadita

Chispas de chocolate amargo

0.200

kg

Sal de grano

Al gusto

Procedimiento

1.      Mezclar en una batidora de pie el aceite de oliva, el azúcar y el azúcar moscabado hasta integrar por completo.

2.      Agregar el huevo y batir a velocidad media durante 5 minutos. La velocidad y el tiempo son claves para incorporar aire a la mezcla y lograr una consistencia suave y esponjosa en la galleta.

3.      Incorporar los ingredientes secos previamente cernidos.

4.      Agregar las chispas de chocolate.

5.      Formar bolas de 65 gramos con ayuda de un scoop para helado o una cuchara. Espolvorear con los granos de sal.

6.      Cubrir con papel encerado o plástico autoadherente y refrigerar durante la noche (o, al menos, durante dos horas).

7.      Hornera a 170° C durante 15 min o hasta que estén ligeramente doradas en las orillas.

8.      Enfriar en rejilla.  


Para un sabor más intenso, te recomendamos utilizar aceite de oliva extra virgen. También, puedes mojar con unas gotas extras de aceite a las galletas recién salidas del horno, mientras aun estén calientes.

Recuerda que la función de la sal en esta receta no es sutil, la idea es que ayude a contrastar y resaltar lo astringente del cacao con lo herbal del aceite de oliva. No obstante, no abuses de su uso; cada galleta debe llevar máximo una pizca de sal de grano, de lo contrario, este ingrediente surtirá el efecto contrario y opacará el sabor de los otros dos.

Prepara tu mente para un sabor diferente y disfruta mucho.

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